miércoles, 3 de marzo de 2010

Esperanza


Si te miro y te hallo irresistible,

hermosa, radiante, para mi perfecta.

Si tengo con vos sueños increíbles,

y digo en voz alta “ella es la correcta”,

es que el amor me pone sensible

me afecta la mente, de forma directa.


Y si ando con este miedo a cuestas,

si soñar tanto a veces me harta,

es que aprendí que no se apuesta

sin ver de antemano las cartas.


Tristezas… he tenido tantas.

Alegrías también, no puedo negarlo.

Pero el amor tanto ciega como espanta

a aquél que le teme y no sabe tomarlo.


El amor tanto otorga como arranca

cuando el terror te derrota y te estanca.

Se clava en el pecho como una estaca

dejando una herida que todo lo abarca.


El terror te hunde, te tira, te arrastra.

Se ríe en tu cara, se burla a sus anchas,

mientras todo adentro de uno se desangra

dejando en el alma una oscura mancha.


Tristezas… he tenido tantas.

Alegrías también, no puedo negarlo.

Pero el amor tanto ciega como espanta

a aquél que le teme de tanto negarlo.


Y aunque ilusionarse a veces resta

soñar con nosotros hoy me esperanza,

porque entendí que aunque hoy me cuesta

me enamoré de vos, y eso me alcanza.


Y si al mirarte mi alma apagada

al verte, hermosa, de pronto despierta,

diré con ganas que sos la correcta.

Diré con ganas, “¡la suerte esta echada!”.




Ignacio Martín Pis Diez Pelitti







Creative Commons License
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario