El
animalito corre en su artefacto incesantemente giratorio, sin darse cuenta que
no avanza. No sé si eso lo divierte, pero quizás.
Lo
cierto es que corre, corre y no deja de correr. Hasta terminar exhausto, con la
lengua afuera y casi puede oírse su corazón palpitando violentamente.
El
animalito corre en su artefacto y yo lo miro desde afuera, a través del vidrio
que me separa de él. Pecera- frontera entre mi mundo y el suyo.
Me
quedo mirándolo por un rato más y descubro, pegado en un ángulo del cubículo
vítreo, un cartel que dice Consultar aquí
por clases de aerobics.
Me
apiado por un rato, digo hacia mis adentros “Pobrecito”, y vuelvo a mi hueco
del árbol, a seguir con mi monótona y sin sentido vida de roedor.
Ignacio M. Pis Diez Pelitti
Esta obra está licenciada bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Sin Obras Derivadas 2.5 Argentina.javascript:void(0)
No hay comentarios:
Publicar un comentario