domingo, 24 de marzo de 2013

Tú eres


Tú eres ese regalo llamado mujer.
Eres la mano que acaricia y calma.
Eres el amor prendido en el alma
y el mágico ser que nos hace nacer.

Doble símbolo de amor y placer,
tienes manos fuertes para sostener al niño
y espaldas anchas para soportar al hombre.
Iluminas al mundo y le enseñas a ver
con la luz intensa de tu pureza y cariño,
que son los dos tu segundo nombre.

Mujer, peleaste por la igualdad
y hasta el día de hoy no te das cuenta
de que ya estabas muy por encima
de aquellos hombres que con su maldad
y sus acciones viles y cruentas,
a sus hermanos sólo lastiman.

Pero tu mejor y mayor sabiduría,
tú eso por supuesto lo sabes,
no se encuentra en los estantes
atiborrados de ninguna librería.
Está en tu sonrisa la mágica llave
que encierra a los miedos en un instante
y abre la puerta que da a la alegría.
En el fondo del temor tú eres la clave,
y en el medio del desastre eres la guía
que rescata lo mejor del universo.
No hay palabras, ni existe aún el  verso,
que expliquen lo que tú logras cada día.


Tú eres ese regalo llamado mujer.
El ángel y el sol que todo lo enciende.
La paciencia, la paz, la conciencia y todo.
No existe en el mundo más sublime ser.
Eres la pasión que al pecho se prende.
Inmensa para siempre, y de cualquier modo.


Ignacio M. Pis Diez Pelitti



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